Características del petirrojo europeo
El petirrojo europeo es fácilmente reconocible por el color anaranjado de su garganta y pecho, que se extiende hasta su frente. Su tamaño es similar al de un gorrión, con una silueta regordeta y patas largas.
Su corona, dorso, alas y cola son de un color marrón con matices grises u oliva, mientras que su vientre es gris pálido. Además, destaca una banda gris en el lateral de su garganta y unos grandes ojos negros, que le ayudan a adaptarse a la oscuridad. Los juveniles presentan un plumaje moteado marrón claro, que cambia al característico naranja en unos dos meses.
Comportamiento del petirrojo europeo
El petirrojo europeo es conocido por su canto desde las ramas, donde marca su territorio o atrae hembras. A menudo, se le ve saltando en el suelo mientras busca comida. Es un ave solitaria y muy territorial, incluso en invierno, cuando las hembras también defienden sus propios territorios.
Para proteger su espacio, el petirrojo puede ser agresivo, exhibiendo su pecho rojo, levantando la cola y desplegando las alas para intimidar a intrusos. En casos extremos, puede llegar a pelear hasta la muerte.
Poco tímido con los humanos, se acerca con facilidad en busca de comida, convirtiéndose en un visitante frecuente en jardines y parques.
El canto del petirrojo europeo
El canto del petirrojo europeo destaca por ser uno de los primeros y últimos del día, gracias a sus grandes ojos adaptados a la poca luz. A diferencia de muchas aves, la hembra también canta con la misma intensidad que el macho para defender su territorio.
En situaciones de amenaza, emite gritos agudos como «tick» o repeticiones rápidas «tickticktick». Su canto es aflautado y parece desordenado, pero es una de sus características más encantadoras.
Reproducción del petirrojo europeo
La temporada de reproducción del petirrojo europeo va de abril a agosto. La pareja se forma cuando la hembra es aceptada en el territorio del macho. Durante este tiempo, producen de 2 a 3 nidadas al año, con entre 5 y 7 huevos de color amarillo pálido con manchas marrones.
El nido, hecho de ramitas, hierba y musgo, se sitúa en huecos de árboles, muros, setos o arbustos, a menudo a baja altura. Prefiere nidos abiertos o semiabiertos cerca del suelo.
Alimentación del petirrojo europeo
Con un pico fino típico de insectívoros, el petirrojo europeo consume orugas, mariposas, babosas y arañas. Durante el otoño y la primavera, también come semillas, bayas y pequeños frutos. Se le ve vigilando el suelo desde ramas bajas, donde caza sus presas.
En jardines, sigue al jardinero o a galerías de topos en busca de gusanos. También aprovecha los insectos perturbados por otros animales como ciervos o jabalíes.
Hábitat del petirrojo europeo
El petirrojo europeo habita en sotobosques, arbustos densos y jardines con árboles. En los jardines, prefiere rincones enmarañados donde puede construir su nido. Es una especie sedentaria, aunque algunos ejemplares migran cortas distancias.
En invierno, los machos suelen quedarse en su territorio, mientras que las hembras migran hacia regiones más cálidas como el Mediterráneo.
-